¿Cómo es la educación en nuestra comunidad, Castilla y León?

Como alumna toda mi vida escolar de centros de Valladolid y después como maestra de Educación Primaria, tengo varias opiniones sobre la educación en Castilla y León y me gustaría destacar en esta entrada cosas positivas y negativas haciendo una valoración objetiva de cómo funcionan los centros escolares de mi comunidad.

Nos remontaremos a mi etapa de estudiante en Educación Primaria y en E.S.O.

Como ya he comentado cuando hablé sobre mi, esta etapa la pase en un centro concertado, por lo que no puedo hablar de cómo sería ir a un colegio público.

Para mi fue una etapa maravillosa, que recuerdo con añoranza. En la E.S.O tuve algún bache más, pero supongo que es como cualquier adolescente, nada fuera de lo normal. Había asignaturas que me gustaban más y otras menos, pero si echo en falta que en ciertos contenidos se explicase para qué servían en mi día a día, ya que creo que de este modo le habría puesto más interés.

Las ciencias nunca me han interesado mucho, pero creo que eso viene de fábrica, ya que a día de hoy siguen sin entusiasmarme. Sin embargo, recuerdo que odiaba el inglés y que pensaba que se me daba fatal, pero cuando de adulta me he propuesto estudiarlo por mi cuenta, me ha interesado mucho más y he obtenido muy buenas calificaciones; considero que el inglés habría que renovarlo mucho, no es normal que salgas con un nivel tan bajo de inglés estudiando ese idioma desde tan pequeño.

La Educación Física me gustaba mucho, como a la mayoría de adolescentes. Sin embargo creo que podrían explicar mucho más contenidos muy interesantes.

Mi asignatura favorita era Lengua Castellana y Literatura, pero comprendía que hubiese muchos compañeros a los que la literatura les desagradase, pues creo que obligar a leer ciertos libros que no entendían no hacía que un adolescente lograse un hábito lector.

En Bachillerato también fui a un colegio concertado, también fue una etapa muy buena, tenía las ideas mucho más claras que en la E.S.O, mis gustos por las asignaturas eran los mismos, solo que ya me "había librado" de las ciencias. La PAU (que ese era su nombre cuando la hice yo) no me resulto un proceso muy difícil, pero siempre recordaré 2º de Bachillerato como el curso más complicado de mi vida.

Después entre en la Universidad de Valladolid y hasta ahora. De esta etapa solo puedo decir que me he encontrado de todo, profesores con más ganas y otros con menos, algunos que siempre están dispuestos a ayudarte y otros no tanto.. pero lo más importante, son los dos períodos de prácticas que he tenido la suerte de poder realizar, sin duda alguna, ahí realmente es cuando más aprendes.

Gracias a estas prácticas puedo tener una visión de la educación de Castilla y León como maestra. Un año estuve en un centro concertado y el otro en un colegio público.

Analizando los principales aspectos de nuestra educación, mi valoración es que la enseñanza en Castilla y León no es mala, al contrario. Creo que tenemos profesores muy bien preparados y con muchas ganas de dar todo de ellos (hay excepciones, claro). Los contenidos que se dan no son inapropiados o insuficientes, de hecho, Castilla y León se sitúa a la cabeza del país en los informes PISA; pero podríamos incluir alguno a mayores, sobre todo en la E.S.O, como puede ser algo de educación financiera u otra manera de dar matemáticas.

También considero que hay muchas medidas en la actualidad para atender al alumnado con necesidades educativas especiales y me parece que hemos evolucionado mucho en este tema.

Estoy totalmente de acuerdo con que haya tanto colegios públicos como concertados y que sean los padres los que eligen a donde van sus hijos, es importante que la familia y el centro estén coordinados y remen en la misma dirección. Es decir, es mejor que los padres estén contentos con la educación de sus hijos.

No hay que olvidar a los colegios e institutos de las zonas rurales.

Una de las cosas que cambiaría sería poner una selectividad común para toda España y que no se diferenciase por comunidades porque creo que el nivel de dificultad no es acorde en todas.

Me quedo con que creo que las nuevas generaciones de maestros/as y profesores/as vienen con muchas ganas de cambiar las cosas, de innovar en educación, de contagiar a sus alumnos el interés y las ganas por la materia que imparten, y en definitiva de enseñar.

Futuros profesores, si me estáis leyendo, nunca os rindáis con vuestros niños y... ¡a por todas!